La Crónica que el Cornutto no puede escribir. Parte Uno

Mientras el venerable hermano, Gran Maestro Fundador, Don Cornutto de la Bella Palabra, se encontraba postrado en su lecho de dolor y haciendo sus ejercicios respiratorios propios del curso para parir sin dolor que tomó, se llevo a cabo el convite de gala en conocida casa de estudios, alma Mater de los caballeros miembros de nuestra honorable orden. Es por eso que haciendo uso de la palabra escrita y siguiendo los pasos de nuestro insigne maestro, me dispongo cual humilde escribano a relatar parte de los hechos sucedidos en tan encomiado acontecimiento y digo parte por que, primero no estuve en la totalidad del evento, ni en todas la mesas, no soy tan chismoso; segundo a nuestros lectores poco les interesa la totalidad de los relatos de lo acontecido, sino solo lo mero bueno, lo que ocurrió en dos o tres mesas o quien si fue y quien no de nuestros hermanos y conocidos.

Una vez hecha esta aclaración a manera de apertura, narremos pues lo que nos interesa, el mero chisme pues, siendo las veinte horas del sábado 22 de mayo, tuvo a bien el insigne maestro Don Jorch, mejor conocido como el Maldito Animal, poner a disposición su medio de transporte último modelo, aunque sospechamos que es el de su mujer por que ella no estaba en la ciudad y lo “tomó prestado” para presumir algo mas decente que su volcho rojo modificado, siendo así nos dirigimos al domicilio del maestro Chino para de ahí dirigirnos al campus de la insigne casa de estudios.

Quien hubiera visto el transporte de color oscuro, con tres caballeros enfundados en albas guayaberas, pantalón de vestir de tono oscuro, zapatos al tono, cabello engominado y peinado, junto a distinguida dama de vestido escarlata encendido, hubiera pensado se trataba de de algun grupo de música tropical o mínimo un trio cubano con vocalista femenina.

Tremenda carpa en medio de los jardines flanqueados de impresionantes edificaciones, nuevas para la mayoría de los asistentes del grupo, menos para el Maestro Chino que cual hijo prodigo ha regresa al redil y desde hace un tiempo, ocupa un espacio en uno de los cubículos de uno de estos piramidales centros de saber. Continuará...